PRIMEROS PASOS
NAM-MIOJO-RENGUE-KIO
Diariamente, los miembros de la SGI se dedican a entonar el Nam-miojo-renge-kio y el gonguio (Recitación de secciones del Sutra del loto).
Los tres elementos básicos del budismo de Nichiren son:
1) fe o mente abierta;
2) la entonación del Nam-miojo-renge-kio, como oración en beneficio de uno mismo y de los demás; y,
3) el estudio de las enseñanzas de Nichiren y del Sutra del loto.
Los miembros de la SGI llevan a cabo la práctica diaria del budismo en sus hogares y se reúnen periódicamente para estudiar los principios budistas y aprender sobre la aplicación de la filosofía budista en la realidad de la vida cotidiana. En tales encuentros, los miembros conversan sobre sus metas, sus desafíos y sus experiencias de fe. Por lo general, las reuniones de diálogo se realizan en pequeños números para que sea un ámbito en donde los participantes puedan hacer preguntas, obtener aliento mutuo e invitar a otros amigos.
La entonación del Nam-miojo-renge-kio es denominado también daimoku. Este es el ejercicio más básico que permite revelar la Budeidad, la cual es una condición de vida caracterizada por la rebosante alegría, vitalidad, valentía, sabiduría y compasión. La práctica de la entonación de la frase Nam-myoho-renge-kyo fue establecida por Nichiren, quien vivió en el Japón durante el siglo XIII, y fue un sacerdote budista.
La frase “Nam-miojo-renge-kio” está compuesta de dos partes. Miojo-renge-kio se refiere al título del Sutra del loto, mientras que el prefijo nam (su forma completa es namu y proviene del sánscrito), cuya acepción es “devoción”, fue agregado por Nichiren. Su traducción literal es “devoción al Sutra del loto de la ley mística”. Nam-miojo-renge-kio es la expresión de la ley universal de la vida, es decir, de la verdad suprema de que todos, sin excepción, tienen la capacidad de lograr la iluminación. El daimoku no consiste en la invocación de fuerzas externas, sino que tiene como propósito extraer la energía y la sabiduría que yace en el interior del ser humano para vivir existencias más significativas.
La entonación del Nam-miojo-renge-kio se realiza en las mañanas y tardes, con claridad y ritmo. No existen formalidades ni reglas con respecto a lo que se desea en la oración. Lo más importante es la decisión y la práctica de la recitación. No existe ninguna oración que valga más o menos. Lo esencial es crear valor en la vida y alentar a otros a hacer lo mismo. La iluminación es el resultado de la continua transformación interior que se logra cuando se busca concretar los ideales y construir una relación armoniosa con el entorno.